La prensa online encuentra su lugar y la impresa aún busca el suyo

Según datos del Observatorio de la Prensa Diaria, en el año 2010 los diarios generalistas han perdido el 20% de su difusión, los económicos el 9% y los deportivos el 11%. En definitiva, ha sido un año negro en el que los periódicos españoles han sufrido una caída generalizada de la venta de ejemplares, de las suscripciones y de la contratación de publicidad, además de la difusión.

La aparición de los medios digitales es, sin duda, el mayor reto al que se ha enfrentado la prensa impresa. El concepto de 'inmediatez' está ganando la partida a otros ya casi olvidados y para los que ya no tenemos 'tiempo' como el 'análisis' o la 'reflexión'. Llegados a este punto, y siguiendo una estrategia corporativa a simple vista impecable, casi todos los diarios han optado por tener dos versiones: la impresa y la digital. Y casi sin darse cuenta han dejado arrinconada la versión tradicional y se han dejado llevar por la moda de publicar, actualizar e incluso copiar las noticias a tiempo real.

Sin embargo, contar con ambos formatos no es un 'error'. Dejar de alimentar a uno y dar sólo de comer al otro, sí lo es. Muchos lectores aún tienen la esperanza de leer noticias con contenidos elaborados y que no sean réplicas exactas de las notas de prensa que envían las agencias. Contenidos de calidad, que nos permitan recrearnos en ellos mientras nos tomamos un café y reflexionar sobre ellos cuando volvemos a casa o vamos de camino al trabajo.

La prensa escrita ha de encontrar su lugar en la 'era digital'. Quizás reinventándose a sí misma y cultivando su calidad. O tal vez buscando los valores y contenidos que le permitan diferenciarse de su versión online.