'Chupópteros' de contenidos

Algunos los llaman 'chupópteros de contenidos', otros 'agregadores de información' y, en lenguaje políticamente correcto, los conocemos como 'revistas personalizadas'. Aunque independientemente del nombre que utilicemos, todos nos permiten poner en un mismo sitio todas las fuentes informativas que nos interesan sobre los temas que más nos interesan, además de añadir los contenidos de sus seguidores en Facebook, Twitter o Flickr. Y no sólo eso, sino que estos agregadores también eliminan el anuncio que pudiera llevar el artículo, lo que supone una ventaja enorme para el lector.

Uno de estos agregadores es Flipboard que, con sólo nueve meses de vida, ha sido valorado en 140 millones de euros. Con estas cifras, parece que las 'revistas personalizadas' tienen un futuro realmente prometedor. Aunque Flipboard no está solo en esta nueva carrera 2.0: Pulse, Summify, Flud o Hitpad son algunos de sus competidores. Estas aplicaciones están disponibles para el iPad y el iPhone, siempre en inglés y el principal inconveniente que presentan es que sus contenidos son demasiado norteamericanos para los consumidores europeos.

Pero, sin duda, lo que más preocupa a los creadores de estas revistas es el de los derechos de propiedad y autoría. Los editores no están de acuerdo en que estas aplicaciones 'chupen' los contenidos de sus publicaciones sin ningún tipo de coste. Y los 'chupópteros' insisten en que quieren trabajar tanto en beneficio de los lectores como de los editores.

Mientras vemos cómo ambas partes llegan a una solución, nosotros como lectores, seguiremos disfrutando de la posibilidad de escoger los contenidos que queremos leer y, lo mejor de todo, sin publicidad que interrumpa nuestra lectura.

'La Razón', Orbyt y otras casualidades

A partir de hoy, el periódico 'La Razón' también estará disponible en Orbyt, el quiosco digital impulsado por Unidad Editorial. Los suscriptores podrán consultar las ediciones diarias, los suplementos semanales, las galerías fotográficas y los vídeos de cada jornada. Durante el primer mes, el acceso a 'La Razón' será gratuito sólo por darse de alta en Orbyt.

Con la incorporación de 'La Razón', el primer diario ajeno al grupo, el quiosco de Unidad Editorial muestra una clara apuesta por la inclusión de cabeceras de otros grupos. Tal y como sucedió recientemente con el grupo editorial Hachette, que se sumó también al quiosco digital con publicaciones como 'Car and Driver', 'Telva' o 'Elle'.

Aprovechando el tirón de Orbyt y la posible competencia que están preparando conjuntamente Prisa ('El País'), Vocento ('ABC') y el Grupo Godó ('La Vanguardia'), Pedro J. Ramírez ha preparado una promoción especial con la excusa de celebrar sus 20.000 seguidores en Twitter. Los días 27 y 28 de abril, los internautas podrán susbribirse a Orbyt por 90 euros al año (cuando el abono anual es de 178,80 euros). Casualmente, esta promoción aparece tras el anuncio que hicieron los tres grupos anteriormente mencionados sobre el precio de la suscripción al nuevo quiosco digital que están preparando: 9,90 euros al mes. Si hacemos cálculos, sale casi la misma cantidad final. ¿Casualidad?

De forma encubierta o no, la guerra de precios ha comenzado...

Cuando sólo informar importa

Por increíble que parezca en los tiempos que corren, aún existen periodistas capaces de anteponer la necesidad de informar a cualquier circunstancia. Durante seis días tras el terremoto y el tsunami que afectó a Japón, un periódico local de la ciudad japonesa de Ishinomaki utilizó el único recurso que le quedaba tras los cortes de electricidad para seguir informando y publicó la cabecera escribiendo a mano todas las copias.

Seis miembros de la redacción del periódico local 'Ishinomaki Hibi Shimbun' se dedicaron a buscar noticias e historias de los afectados por el desastre, mientras que otros tres copiaban a mano el periódico con sus titulares y sus cuerpos de noticia en hojas tamaño póster para que la población estuviera informada. Posteriormente, estos periódicos manuscritos eran colgados en los centros de ayuda en los que se refugiaron los afectados por el terremoto y el tsunami.

Ahora, el Newseum, un museo estadounidense sobre la historia del periodismo con sede en la ciudad de Washington, ha comprado siete de los originales de esos periódicos para añadirlos a su colección. Sin duda, un merecido reconocimiento a la labor de esos nueve periodistas que decidieron continuar su trabajo 'in extremis'.

El primer ejemplar escrito a mano fue 'colgado' el 12 de marzo y era una edición extraordinaria en la que se informaba a los habitantes de la ciudad de que el terremoto había sido el mayor en la historia de Japón. La edición del día siguiente informaba sobre los equipos de rescate que se habían desplazado hasta el lugar, mientras que los días posteriores los ejemplares se dedicaron a pedir la colaboración de la población en las tareas de rescate y trasladaban mensajes de esperanza.

El 18 de marzo el periódico volvió a imprimirse con normalidad, tras volver a disponer de electricidad, y sus ediciones fueron distribuidas gratuitamente en los centros de refugiados en los días posteriores. Sin duda, una hazaña digna de admiración.

100% periodistas de calle

Hay diferentes tipos de periodistas de calle. Los hay que se dedican a ello por vocación y también aquellos que lo son por casualidad. En el Reino Unido, cientos de personas sin hogar venden diariamente el periódico 'The Big Issue' en más de 3.000 puntos de todo el país. Los vendedores compran el diario por una libra (1,14 euros) y lo venden por dos (2,28 euros). El diario vende 136.000 ejemplares a la semana y, según datos de 'The Telegraph' semanalmente tiene 646.000 lectores.

Pues bien, resulta que los responsables de esta publicación han decidido convertir a sus distribuidores en reporteros de calle. Para ello, van a facilitarles 'teléfonos inteligentes' o smartphones para que puedan grabar cualquier acontecimiento que presencien, o escribir comentarios sobre hechos destacados de sus zonas de distribución en redes sociales (Facebook, Twitter, blogs). Además, con esta iniciativa, la organización de 'The Big Issue' también quiere mejorar sus contenidos online, ya que se generarán informaciones de primera mano que serán enviadas por testigos directos del diario.

Así que, en breve, en el Reino Unido tendrán un nuevo tipo de periodistas de calle. Reporteros 100% auténticos, que serán los ojos y los oídos de los barrios en los que distribuyen 'The Big Issue'. Seguro que nadie mejor que ellos conoce la realidad de las calles y lo que acontece en ellas. ¡Gran iniciativa!

Los gratuitos vuelven a estar 'in'

Según datos de la PGD (Publicaciones Gratuitas Ejemplares Distribuibles), encargada de la ejecución y emisión de las acreditaciones de control de publicaciones de distribución gratuita, parece que los diarios gratuitos vuelven a levantar cabeza. Durante el mes de marzo, los diarios 'Qué!' y '20 minutos' mejoraron sus cifras de difusión interanuales por primera vez desde que empezó la crisis de la publicidad en los medios de comunicación. Así, han crecido un 1,96%, el primer dato positivo en tres años.

'20 minutos' ha crecido un 9,65% interanual. El diario de Arsenio Escolar ha distribuido 65.000 ejemplares más que en marzo de 2010. Por su parte, el gratuito 'Qué!' ha experimentado un crecimiento del 1,42%. Esto significa que ha ganado 9.100 ejemplares con respecto al mes de marzo del año pasado.

El único diario gratuito que no ha aumentado la distribución de ejemplares en comparación con el año anterior es 'ADN'. Esta cabecera ha caído un 6,87%, disminuyendo en 41.500 ejemplares su distribución.

Esperemos que los gratuitos que quedan sigan subiendo y aumenten sus cifras por ingresos publicitarios. Así no tendrán que 'echar el cierre', tal y como le pasó al diario 'Metro' a finales de enero de 2009.

A por el 'anti-Orbyt'

Son tiempos difíciles para la comunicación. Los principales grupos empresariales de este sector buscan soluciones que compensen las pérdidas que, desde hace ya algunos años, sufre la prensa en formato papel. Así, Vocento ('ABC'), Prisa ('El País') y el Grupo Godó ('La Vanguardia') están negociando la creación de un quiosco digital que les permita cobrar por el acceso a parte de sus contenidos online.

Su objetivo es estar presentes en dispositivos tablets como el iPad o Android para hacer la competencia al quiosco digital de Unidad Editorial ('El Mundo'): Orbyt. Un portal que permite a los suscriptores acceder a los contenidos de publicaciones como 'Expansión', 'Marca', 'Telva', 'Elle', 'Car and Driver', 'Actualidad Económica' o 'Emprendedores', por 14,99 euros al mes.

Hasta ahora, el único grupo de comunicación en España que ha apostado por el 'muro de pago' o 'paywall' para acceder a parte de sus informaciones ha sido Unidad Editorial. Según datos del grupo, Orbyt tiene ya 27.000 suscriptores en sólo un año de vida.

Por su parte, Prisa se sumó a mediados de febrero al servicio One Pass de Google, una herramienta que permite que el contenido esté disponible para cualquier dispositivo y cuyo precio es totalmente personalizable. Es decir, los editores ponen su precio, pudiendo importar la lista de suscriptores ya existentes de manera transparente, y pudiendo elegir entre distintos tipos de pago (como Google Checkout). Además, es posible cobrar cada artículo de manera individual u ofrecer suscripciones diarias, semanales o mensuales en paquetes.

Veremos si en poco tiempo los tres grupos de comunicación llegan a un acuerdo para crear el 'anti-Orbyt'.

Welcome to el 'muro de pago'

A mediados del mes pasado, 'The New York Times' anunciaba que a partir del 28 de marzo empezaría a cobrar por sus contenidos online. Apenas tres semanas después, según Experian Hitwise (una empresa norteamericana que analiza el tráfico por Internet), la página web del diario ha registrado un descenso de entre el 5% y el 15% en el número de visitas. Así que el 'muro de pago' levantado por 'NYTimes.com' no está teniendo la acogida ni los resultados que se esperaban.

Los lectores que consumen contenidos online suelen acceder a ellos de formas muy diversas y tomando como referencia distintas fuentes de información (buscadores, agregadores, redes sociales, enlaces, etc.). Así, el porcentaje de contenidos que perdemos por no pagar es mínimo, ya que podemos buscar un sustituto que quizás no nos muestre unos contenidos tan buenos, pero sí lo suficientemente buenos como para satisfacer nuestra curiosidad.

Es arriesgado poner un 'muro de pago' si éste no aporta ningún valor añadido que el lector considere único y especial. Además, el diario neoyorquino permite acceder de forma gratuita a sus contenidos online a través de Twitter y Facebook. Teniendo en cuenta el boom de las redes sociales, quizás no deberían hacerlo...

Cerrar antes de abrir

En un post anterior, os anunciamos que el día 1 de abril un nuevo periódico iba a salir a la venta. Pues bien, 'La Voz de la Calle', que se definía a sí mismo como "un diario de izquierdas, objetivo y de calidad", se ha apagado. Ni tendrá difusión nacional ni una tirada de 90.000 ejemplares. Ni siquiera seguirá con su edición online.

El 31 de marzo Teodulfo Lagunero, impulsor y editor de este nuevo medio de comunicación, anunció que la llegada a los quioscos de 'La Voz de la Calle' se retrasaba hasta el 14 de abril por "problemas en el sistema informático". Finalmente, este martes, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) comunicó que este nuevo diario cerraba sus puertas por "no poder hacer frente a un aval bancario que le pide la distribuidora".

Los más de 50 trabajadores se han reunido en asamblea para debatir su situación, ya que Lagunero les había garantizado un año de edición del diario. El despido se les comunicó a través de un e_mail. Algo un tanto extraño si tenemos en cuenta que ni siquiera habían llegado a ser contratados...

Así que nos quedamos sin saber qué tenía que decirnos la 'voz de la calle'. Y también con un medio menos. ¿Alguien recuerda cuántos van ya?

Emisoras en pie de guerra

Este jueves conoceremos los datos del primer estudio del año del EGM (Estudio General de Medios). Y ya tenemos polémica. Las radios reclaman una mayor representatividad de Internet en la medición de su audiencia online.

La AIMC (Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación), organismo gestor del EMG, se defiende afirmando que el consumo de radio se mide en todos los soportes: analógico, digital (TDT) y online. Aunque el apartado online tiene una excepción: sólo se incluyen las descargas de las emisiones 'en directo' de la radio en cuestión. Es decir, no se tienen en cuenta las páginas descargadas, las visitas o la visualización de los podcasts.

Las emisoras quieren que estas audiencias online se midan con mayor precisión, e incluso que los datos obtenidos de la medición en Internet se sumen a los resultantes de la medición 'analógica'. ¿Sería una hipotética medición 'global' la mejor solución para las radios?